13. Apegos nocivos que nos vulneran
“El apego es una confusión de identidades que se genera en la Huella de Abandono. ‘Creo que me perteneces y sufro cuando no estás’. Pero es una mera ficción del Imaginario. Nadie le pertenece a nadie más. Cuestiona tus miedos, trasciéndelos y descúbrete”. –Dr. Alfonso Ruiz Soto.
Desde que la vimos entrar al salón, supimos que Norma venía mal: “Llevo días sin dormir, en lo único que puedo pensar es en él. Vivo obsesionada con querer saber qué hace, con quién está y siento que si sigo así me voy a morir. Desde que decidió ponerle fin a lo nuestro me he sentido muy triste. No puedo hacerme a la idea de seguir mi vida sin él… ¡no puedo!”.
Norma tiene 35 años y conoció a Marcelo —de su misma edad— hace dos años en una boda. Su atracción fue tan fuerte que ella decidió dejarlo todo por él. Dejó su ciudad, a su familia, a su trabajo y a sus amigos. Dejó todo con tal de que estuvieran juntos. Ella creció en Tampico y él en la Ciudad de México. Desde el momento en que se vieron ya no se separaron. Los primeros meses de su relación se visitaron los fines de semana, hasta que concluyeron que lo mejor sería que ella se mudara a la ciudad; a partir de eso todo cambió.
Las pérdidas que Norma sufrió tras haber dejado su antigua vida, buscó reemplazarlas con lo que él podía ofrecerle. Eso hizo que su Yo se tornara dependiente y totalmente sometido a sus nuevas circunstancias.
Esas pérdidas, aunadas a las carencias que desde hace tiempo la aquejaban, fueron remplazadas por un estilo de “vida artificial”.
Así funcionan los apegos nocivos: para que yo pueda vincularme contigo necesito colocar energía en ti. Por lo tanto, es necesario que la misma energía que yo deposite en ti, sea la misma energía que quede en mí; es decir, el sistema queda equilibrado y cuando eso ocurre estamos hablando de un vínculo funcional que se construye a partir del desapego. Pero cuando para vincularme contigo yo coloco mucha más energía en ti que en mí, entonces mi Yo queda sometido, por lo tanto, si tú te vas, provocarás que una parte de mi Yo haga necrosis, porque me descubro tóxicamente apegada a ti; y fue precisamente eso lo que le ocurrió a Norma.
“Me siento confundida, como si una parte de mí se hubiera muerto con su partida. No encuentro las fuerzas para reponerme de su abandono, porque además sé que ya no volverá”.
Marcelo comenzó a sentirse muy presionado e incluso cansado porque se dio cuenta de que literalmente estaba compensando las carencias de Norma. Ella, ante su incapacidad de responsabilizarse de su Yo, utilizó a Marcelo como un tanque de oxígeno. Norma no soportaba que además de la vida que compartían juntos, él también buscara tener una propia. Su trabajo, sus amigos, sus ratos de ocio, pronto se convirtieron en sus peores enemigos, porque amenazaban la posibilidad de que ella pudiera seguir respirando del aire que él le proveía.
“Sé que lo asfixié, yo nunca quise escuchar lo que me decía: «dame espacio que estoy tratando de existir»; él hace tiempo que estaba harto de mi actitud dominante y posesiva. Hoy veo que actué por miedo, no podía arriesgarme a perderlo. ¡Qué paradójico! Porque fue precisamente eso lo que terminó pasando. Lo más duro es reconocer que además yo lo provoqué, no supe aceptar que él no era de mi propiedad”.
La pérdida de Marcelo hizo que una parte de su Yo quedara terriblemente debilitada; de ahí la sensación que ella experimentaba de haber quedado destrozada. Sin embargo, también había una parte de su Yo que había quedado intacta y a partir de la cual era posible propiciar la regeneración.
Norma descubrió la importancia de liberar a Marcelo, y a cualquier persona, de la responsabilidad de tener que hacerla feliz, porque eso depende solo de ella. Pero para que eso ocurriera necesitaba estar dispuesta a enfrentarse a su propio vacío, de otra manera, en su necesidad de negarlo, seguiría construyendo relaciones enfermizas con las cuales buscaba aliviar su desamparo.
“Pero el vacío ahí está y yo no creo que vaya a desaparecer”, dijo preocupada.
No se trata de que desaparezca, porque lo primero que necesita ocurrir es que lo podamos ver, tolerar, aceptar e incluso que nos detengamos a escuchar lo que nos está diciendo. Porque frente a nuestra incapacidad para observar nuestras carencias, aparece entonces la impulsividad.
“Hoy sé que mi obsesión por él era una forma de evitar ver lo que verdaderamente me lastimaba. Mi padre fue alcohólico y, aunque físicamente ahí estaba, yo viví su abandono emocional. Esto provocó que mi mamá tuviera que hacerse cargo de los gastos de la casa, de modo que la veíamos muy poco. Todo eso me llevó a crecer alimentada de abandono, así que sin darme cuenta eso es lo que busco y además lo que ofrezco. No puedo creer que dejé a los míos, prácticamente los olvidé. Pero por el otro lado, con mis inseguridades, también provoqué que Marcelo se fuera. Ahora veo porque buscaba a alguien grande y fuerte, porque yo me siento frágil y débil”.
“Nada ni nadie me pertenece. Y no le pertenezco a nada ni a nadie: Soy”. –Dr. Alfonso Ruiz Soto.
Que Norma lograra llenar su vacío de significado, permitió que el grupo se enfrentara a la nocividad de sus apegos al elaborar las siguientes epifanías:
“Veo que en mi necesidad de controlar a mis hijos hay miedo a dejarlos ejercer su libertad de acción y decisión. ¿Y si ya no quieren verme ni estar conmigo? Desde que fui madre dejé todo por estar con ellos, pero hoy descubro que también lo hice para llenar mi vacío, quería darles lo que a mí no me dieron. Darles era darme a mí misma lo que mis padres me negaron. Hoy veo que me enfrento al reto de no cobrarles mi infancia, de otra manera, lo único que provocaré es apartarlos de mi lado”.
“Desde que me hicieron la pregunta en este grupo de ¿por qué aguanto lo que aguanto en mi relación de pareja?, no he podido dejar de pensar en la respuesta. Pero con todo lo que dicen en esta sesión creo que la puedo contestar: mi incapacidad para ponerle límites a mi esposa y expresar lo que no me gusta, fue algo que aprendí en mi infancia. Aunque nos acercáramos, como mero “protocolo”, a pedirle algún permiso a mi papá, la que finalmente decidía era mi mamá. Incluso, muchas veces, a sus espaldas, nos levantó castigos que él nos impuso. Hoy veo cómo borré la imagen de mi padre y le di mucho valor a la figura de mi madre y es precisamente eso lo que hago en mi relación, literalmente ¡me borro! Ese “tragarme” las cosas, es el apego que tengo a mi mujer, porque me da miedo que me deje, pero de lo que no me había dado cuenta es que soy yo el que se está abandonando. Necesito enfrentar mis inseguridades si pretendo construir una relación desde el respeto mutuo y no desde la obediencia perfecta”.
“Hace años que mi hermano menor tiene una deuda conmigo. Le presté una fuerte cantidad de dinero y hoy es el día que no termina de pagarme. Esta situación ha hecho que nos distanciemos y que además yo viva muy enojado, me duele su cinismo, pero me duele más su traición. Me doy cuenta que he vivido fuertemente apegado a esto, me he convertido en su “esclavo emocional”, porque le he otorgado demasiado poder sobre mis emociones. Hoy descubro que lo que hizo mi hermano no es personal, es decir, no es contra mí, porque es algo que hace con todos. Le es imposible comprometerse y ser leal a su palabra. Verlo desde ese ángulo me libera y me permite percibir las cosas con desapego. Creo que ahora podré tomar una mejor decisión sobre cómo acercarme a él y tratar de recuperar mi dinero”.
El espejo de la técnica grupal
Una persona que creció con carencias emocionales va a tender a construir apegos tóxicos, si no es capaz de responsabilizarse de ello. Se genera una confusión de identidades donde no se perciben los límites entre uno y otro; ya que el otro se convierte en un paliativo para llenar un vacío emocional, por lo tanto, se construye un vínculo desde la dependencia y la inseguridad. El grupo, al tratarse de un lugar predecible, permite que se resignifique esa conducta, el participante crece en seguridad personal porque aprende que, en algún punto, los demás podrán no estar de acuerdo con su forma de actuar o de pensar, pero eso no significa que lo rechacen, por el contario, su visión siempre enriquecerá la experiencia colectiva.
Todos podemos vernos reflejados en estos espejos…
Puede ser que la experiencia de Norma te permita reflexionar sobre tus propias carencias y la necesidad que has tenido de compensarlas “poseyendo” a otras personas, circunstancias u objetos. Sin embargo, únicamente han funcionado como un sedante para tu Huella de Abandono, pero en realidad no han aliviado tu vacío. ¿Si tu vacío pudiera hablar, qué diría? Es importante que le des voz a tu dolor, porque para atender nuestras heridas primero necesitamos sentirlas, dejemos de ser indiferentes con nuestro propio sufrimiento.
Complementa la lectura con esta reflexión en audio o video.
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¿Los apegos nocivos y la edad de una persona podrían estar relacionados? ¿Se puede estar apegado a rituales cotidianos? ¿Los apegos nocivos suelen generar duelos patológicos?
Referencias Bibliográficas
- Ruiz, A. (2017). Curso II, Huella de Abandono. Instituto de Semiología, S.C. https://semiologia.net/curso-ii-huella-de-abandono/
- Ruiz, A. (2017). Curso VIII, Semiología de la Muerte. Instituto de Semiología, S.C. https://semiologia.net/curso-viii-semiologia-de-la-muerte/
- Ruiz, A. (1997). La mirada interior. Semiología Editores: México, pp.17.
Texto: Natalia Ruiz / Ilustración: Diego Zayas
24 Comentarios
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Hola Natalia:
Gracias por escribir este blog, siempre lo leo con avidez pues cada tema me va dando luz sobre mi misma y lo que requiero trabajar en mí.
Coincido, las carencias emocionales de la infancia marcan nuestra vida y decisiones adultas, hay que ser muy valiente para tomar la responsabilidad de nuestra propia vida y mantener firme el compromiso de SER en toda nuestra plenitud.
Valientes para asomarnos a ese vacio… y sobre todo para escucharlo.
Comprensivos y amorosos con nosotros mismos.
¡Hola Jessica! Es cierto, es fundamental que encontremos el valor para mirar nuestras carencias, sabiendo que nuestros padres o quienes nos cuidaron nos dieron según sus circunstancias, y aunque esta relación es absolutamente influyente no llega a ser concluyente en nuestra vida. Siempre existe la posibilidad de reparar a través de nuestro trabajo interno. Ir soltando y perdonando para entonces llenarnos de gratitud y volcarnos con confianza en nuevos vínculos que nos hagan vivir una experiencia diferente. ¡Saludos y gracias por mantenerte cerca!
Tuve una relación tal cual cómo la que describes, teníamos empresa juntos, he trabajado en la comprensión para perdonar los golpes bajos, atropellos económicos y atrocidades, después de leer y ver el vídeo me disipo muchas dudas, me da la tranquilidad de que fui el que detonó esa sensación de vació, y no el qué la causó, hoy acepto la realidad, suelto en amor incondicional y gratitud, la experiencia me ha orillado a conocerme, a ver mis carencias, y a trabajar para estar en el ser y en plenitud.
Natalia gracias por compartir.
Mando un fuerte abrazo.
¡Hola Enrique! Qué importante lo que mencionas, trabajar en el perdón cuando nos vemos envueltos en este tipo de vínculos. Solo así lograremos liberarnos del otro. Además, crecer en gratitud, porque de todo y de todos se aprende. Si no nos detenemos a reflexionar sobre la experiencia corremos el riesgo de repetir, pero cuando logramos asumir nuestras carencias y trabajar en ellas, es cuando se abre la puerta a la reparación. ¡Te mando otro abrazo de regreso y gracias por compartirnos tu experiencia!
Natalia gracias por escribir esto… fue una luz al final del túnel!!!
Pero por dónde empiezo la reconstrucción? Es posible sanear una relación tóxica?
¡Hola Rafaella! Me da mucho gusto saber que este artículo te ayudo a ver un poco luz. Es posible reconstruir una relación tóxica, siempre y cuando se haya edificado sobre buenos cimientos. Los momentos de crisis en un vínculo son naturales, pero cuando eso ocurre es necesario buscar la manera de regresar a las bases que en su momento los unió. Cuando esta estructura no se colocó de forma sólida, entonces es importante reflexionar sobre lo siguiente: ¿por qué me siento tan dependiente a esta relación?, ¿qué es aquello que siento que me da? ¿es real lo que obtengo o es producto de mis propias distorsiones? Si no encuentro buenos cimientos, ¿por qué insisto en continuar colocando piezas sobre algo tan frágil? Espero que estas preguntas te ayuden a tener mayor claridad. ¡Saludos y ojalá sigamos en contacto!
Gracias Natalia te felicito por tus tan claras explicaciones
Ok no culpo al otro , ya se que yo propicie la separación Pero ahora me es difícil quitarme la tristeza
La teoría me la sé, no es fácil en la práctica
Un abrazo
¡Hola Aurora Elena! Muchas gracias por tus comentarios. Es natural que surja la tristeza frente a la separación. Lo importante es observarla, darnos cuenta que sí bien es parte de un proceso natural, tampoco queremos que se instaure de forma crónica. De ahí la importancia de hablar. Las emociones van tomando una forma diferente cuando nos abocamos a comprender su naturaleza. Ir de la mente a la palabra es fundamental para irle dando una tonalidad diferente a lo que estamos sintiendo. Es por eso, que la ayuda profesional puede ser considerada para lograr este objetivo. ¡Recibe un abrazo!
Natalia, es la primera vez que leo completo un blog y encontré el porque no puedo dejar una relación de pareja y el porque el tipo de mujer con las que me relaciono, una epifanía, no pare de llorar, en saber la huella de abandono que se generó de niño en la parte de relación con mi mamá, a trabajar para comprender y trascender, darle voz al dolor, atender nuestras heridas, aprender a sentirlas, infinitas gracias!!!!!
¡Hola Ángel! Me conmueve muchos saber que este artículo te ayudó a comprender algo en relación a tus vínculos, esa es la intención por la cual decidimos construir este espacio de reflexión. Es cierto, necesitamos darle voz a nuestro dolor, conocer qué nos está diciendo, de esa forma evitaremos la repetición y nos moveremos con fuerza a la reparación de nuestra vida. ¡Saludos y gracias por tu testimonio!
Gracias Natalia por tan interesante tema hablado en el blog.
Tuve una Epifanía con una similar situación con mi hermano. Se siente muy bien entender que lo que ya es para nosotros un mantra semiologico entender que todos tenemos razones para ser como somos y que no solo se queda allí sino que el entenderlo de forma consciente nos hace ser mas empaticos con el otro.
¡Hola Aurora! Estoy totalmente de acuerdo contigo, la empatía es fundamental si buscamos acercarnos al otro. Comprender su perspectiva de la vida es abrirnos al vínculo. ¡Recibe el gran abrazo de siempre!
Hola Natalia: Blog impecable, gracias. Muy esclarecedor lo de – la cantidad de energía que pones en el otro y en Ti -, me ayudó a redondear el concepto.
Creo que el reto es ayudar a comprender a la persona, que puede ser un consultante o un ser querido, la importancia del desapego debido a que estamos inmersos en un principio de realidad en donde la relación a través de apegos es la más natural, sobre todo con personas: “Si mis abuelos, tíos, papás, primos, etc. fueron tan apegados, se quisieron tanto y eran tan felices, por supuesto que es la mejor forma de relacionarnos. . . .” Aquí surge la gran ignorancia de nosotros mismos y el tremendo desconocimiento de la portentosa riqueza del Yo, de la esencia de nuestro ser. Es difícil de transmitir. Y he aquí las grandes bondades de SVC.
Gracias y te mando un Abrazo!
¡Hola José! Es totalmente cierto lo que comentas, el estilo de vínculo lo construimos, en gran medida, a partir del ejemplo. La forma en la que vimos se relacionaron nuestros seres queridos, suele convertirse en un patrón que interiorizamos y que con el tiempo tendemos a repetir. Cuando nos damos cuenta de ello es necesario detenernos a reflexionar: ¿les funcionó? ¿construyeron vínculos profundos? Solo así podremos tomar conciencia de nuestras acciones y reparar lo que haya que reparar. Gracias por tus comentarios. ¡Abrazo y seguimos cerca!
Hola Natalia, acabo de encontrar tu blog y me parece de gran ayuda, en especial este tema de apegos. Me doy cuenta que estoy pasando por esta situacion y me duele; porque realmente quiero cambiar la forma de relacionarme con mi pareja, y lo mas importante… por aceptarme como soy y dejar salir a mi verdadero yo. Gracias por compartir. Seguire atenta a tus blog.
Bendiciones!!!
¡Hola Anabella! Es importante saber que en una pareja, familia o en cualquier sistema, siempre que una pieza se modifica, en consecuencia se modificarán las demás. Para recibir algo diferente necesitamos dar distinto de como comúnmente lo hacemos. Esto lleva tiempo, porque se trata de un proceso. Durante mucho años aprendimos a vincularnos de una manera determinada así que será necesario decodificar nuestro estilo de interacción para después configurar uno más funcional y placentero. ¡Gracias por tus comentarios, me encantará seguir recibiendo tus comentarios!
Padrisimo artículo Natalia, tal parece que la chica del primer ejemplo tiene rasgos border! Que técnica de terapia recomendarías ?
¡Hola Juan Manuel! Qué gusto estar en contacto contigo y muchas gracias por tus comentarios. Estoy totalmente de acuerdo contigo, la mujer del blog tenía una dificultad importante para establecer vínculos predecibles y confiables. Sin embrago, tomando en cuenta que antes que terapeutas somos “pacientistas”, me parece que independientemente de las muchas técnicas que podemos utilizar, el establecer un buen vínculo de trabajo es fundamental para reparar el mundo interno de nuestros consultantes. ¡Te mando un gran abrazo, y me encantará seguir compartiendo contigo este espacio!
Hola Dra. Natalia! Muchas gracias por su aportación. En cuanto leí el título del artículo en mi correo no dude en abrir la liga.
Quiero compartirle que sus palabras me calleron como anillo al dedo.
Hace dos años comencé mi primera realción. Nos conocimos en un viaje, somos de diferentes países, nuestra relación la llevamos a distancia y nos vemos en 2 ocasiones al año.
Cada que nos vemos hemos atravesado el conocernos y pasar por momentos buenos y malos. Me identifico con las señales que mencionasté como: el excesivo aconsejamiento.
Me doy cuenta que él es de carácter dominante, y yo suelo ser la parte que debe entender porque actúa de tal forma. Asímismo reconozco que yo no he marcado límites y por el contrario suelo actuar con malestar sin decir nada.
Cuando él parte me causa mucho dolor, miedo y tristeza.
Estoy en un punto decisivo en el de continuar o terminar con la relación.
¡Hola Alma! Muchas gracias por compartirnos tu testimonio. Me imagino que por momentos debe ser complicado llevar una relación a distancia con una persona que vive en un país diferente y con quien sólo convives dos veces al año. Dado que mencionas que es tu primera relación tal vez valdría la pena que reflexionaras sobre lo siguiente: ¿qué espero de este vínculo? ¿Por qué será que elegí relacionarme con una persona con la que paso muy poco tiempo? ¿Dónde aprendí a establecer este tipo de vínculos?, algunas preguntas que te ayuden a clarificar qué es lo que verdaderamente deseas en este momento. ¡Recibe un saludo y gracias!
Hola Natalia, antes que nada GRACIAS de verdad por los contenidos que aportas con tanta claridad y con un soporte semiológico que nos permite analizar desde esta perspectiva.
Tengo una duda, tengo una relación de 7 años con un apego nocivo por mi parte y el comportamiento hacia mi persona es muy limitado con respecto al poner energía en mi persona, la proporción sería como yo aportar un 85% a su persona y ella un 15% a la mia. Esto deriva de huellas de abandono de ambos que se amalgaman y como dice Alfonso “ni puedo vivir contigo, ni puedo vivir sin ti”
Los últimos 6 meses ha habido reclamos, desplantes y últimamente ofensas de su parte. Evidentemente me dolió y mucho pero apliqué el principio de que su imaginario habla de lo que no sabe y juzga lo que ignora; pero ella se jacta, es irónica y ofensiva.
Yo de inicio me engancho, luego medito introyectando mis 7 fuentes. Sin embargo mi duda radica en que tanto puedo rescatar esta relación, o bien darla por terminada.
Muchas Gracias Natalia por tu punto de vista
¡Hola Franco! Muchas gracias por compartirnos tu experiencia. Puedo leer entre líneas lo mucho que significa para ti esta relación y por lo tanto, el dolor que te provoca que las cosas no sean fáciles. Definitivamente eres tú quien puede realmente decidir qué es lo que quiere, simplemente te invitaría a reflexionar en lo siguiente: ¿por qué aguantar y mantenerte en esta relación que dices tanto te lastima?… espero seguirte leyendo y compartiendo contigo. ¡Saludos!
Hola doctora, tengo un problema y no se como enfrentarlo no sé si pueda darme un consejo, recientemente termine una relación amorosa, de una persona, que no se como describirla, ella constantemente hablaba precisamente del apego, en un tiempo de un año me ha dejado por así decirlo 4 veces, porque ella afirma que no tiene porque atarse a mi, se va y regresa mi, como siempre con una sonrisa y me dice que me extraño y quiere nuevamente renovar la relación esto como comente ha sucedido 4 veces se va y regrese, Yo la quiero y tal vez por eso la acepto, pero ella abusa de esto, recientemente me dejo una quinta ocasión y después de mes y medio hace lo posible por volver a mi, pero me arme de valor y he decidido no aceptarla nuevamente, era a manera de celos, coquetea con mis amigos, inclusive con quien ella afirmaba que le caían mal, en el tiempo que estuvimos juntos me llego a comentar, que ella veía como su mamá engañaba a su papá y que en su infancia sus papas jamás le demostraron afecto alguno, no se si esto a influido para que ella sea así, pero Yo de verdad veo que una relación tóxica por lo que decidí poner fin, pero también siento que la quiero y esta última separación me esta afectando tanto…sinceramente necesito un consejo de un profesional, como enfretar esto.. no sé, si pueda ayudarme… de antemano le agradezco cualquier consejo, como sobrellevar esto.
Saludos.
¡Hola Valentino! Más que un consejo me gustaría regalarte esta pregunta: ¿por qué aguantas esta situación que te lastima tanto? Por supuesto que intentar entender su historia te puede ser de utilidad, pero tal vez deberíamos de comenzar por comprender la tuya. Te invito a leer el blog de codependencia, pudiera ser que te ayude a complementar tu reflexión. ¡Estoy segura que con el tiempo te darás cuenta que eres más fuerte de lo que te imaginas!