En este curso damos seguimiento a los temas abordados en los cursos IX y X, añadiendo un nuevo código fundamental y trascendente, la lectura individuada de las líneas del tiempo: de qué manera podemos leer en nosotros mismos y en otras personas, el nivel de experiencia acumulada.

La forma en que nos desenvolvemos en distintos ámbitos, como son la sexualidad, la religión, el conocimiento, las emociones, el dinero, los accidentes, la comida, los vicios o las relaciones interpersonales, señalando el tipo de búsqueda y satisfacción requerida para cerrar ciclos que comprenden numerosas líneas del tiempo.

Este código delimita el amplísimo contexto donde toma asiento la razón de ser del Heptagrama -un código dentro de otro código-, marca la pauta del desarrollo de conciencia y nos permite comprender el sentido más profundo de la experiencia espiritual, generando la máxima comprensión y la máxima empatía, con nosotros mismos y con los demás, permitiéndonos de esta manera una visión que nos reconcilia totalmente con nuestro propio destino y, en consecuencia, con nuestro principio de realidad.